EL DESAPEGO Y EL DESAPASIONAMIENTO
Lo primero es tener claro la
diferenciación entre desapego y desapasionamiento. El
desapego es la ausencia del deseo hacia algo, es el estado de una persona
cuando supera su inclinación o importancia hacia el objeto o el modo atractivo
que este lo atrae, objeto o pasión. El desapasionamiento
es el estado que tiene una persona respecto a una circunstancia o algo
atractivo en el que se encuentra en una situación neutral, imparcial, de
justicia o indiferenciación hacia algo que se considera que tiene un efecto de
atracción (pasiones, deseos, emociones, objetos), todo esto lo llega a producir
el deseo y las energías inferiores del cuerpo astral. La raíz de todo deseo es el
miedo, a través del miedo se
producen todas las reacciones negativas y perjudiciales que nos obligan actuar
de cierta manera y que nacen en el triple cuerpo inferior; la inseguridad, la
falta de confianza, el deseo, el odio, la envidia, los celos, etc. Todo lo
produce el Deseo.
El apego o las pasiones producen
sufrimiento y dolor por culpa de los deseos inferiores que nosotros sentimos
hacia ese algo que atrae a nuestros sentidos, el problema del apego y las
pasiones es el deseo. Al
principio el hecho de satisfacer nuestros propios deseos es algo reconfortarle
y beneficioso para nosotros porque consideramos que nos hace “feliz”, el
problema viene dado cuando esa felicidad no dura eternamente (es decir, que
tiene un principio y un fin, y suele ser en un periodo pequeño de tiempo) y se
termina pronto, lo cual nos invade una sensación de vacío e inseguridad, lo
cual nos hace buscar mas y mas y mas deseos, pero el hecho de no conseguirlos
crea ese sufrimiento (prolongación de dolor en el tiempo), y el hecho de
conseguirlos acabo de un tiempo te sigue haciendo desdichado. Entonces el ser
es cuando comienza a darse cuenta que el deseo no es el método para encontrar
la felicidad. Sino la ausencia de ese deseo, es decir ese DESAPEGO que te hace no tener atracción o apego hacia algo
atractivo a los sentidos.
Para conseguir ese desapego es
necesario desapegarse emocionalmente de cualquier acontecimiento que produzca
una emoción en el cuerpo inferior, para eso es necesario tener en cierta medida
controlado el cuerpo astral o el de las emociones, para saber esto deberíamos
hacernos la siguiente pregunta. ¿Somos capaces de vernos mentalmente en una
circunstancia, sin ser influenciado por la reacción del Yo personal emocional?,
el problema surge cuando hay una ambición propia de propiedad privada hacia uno
mismo, considerando que se “merece” o que le corresponde cierto interés. Si
tuviéramos una mente grupal y considerásemos todo como nuestro y todo aquello
como parte de Todo, sin tener necesidad individual, nunca tendríamos deseos,
solo aspiraciones.
Si mentalmente no somos capaces de
vernos en una situación de desapasionamiento es porque aun no estamos
preparados en cierta situación para un momento de acción en el nivel físico.
Para conseguir este control en el desapego es necesario dominar nuestro cuerpo físico,
controlar las acciones físicas que incurren en nuestro cuerpo o al menos en
aquellas en el que tenemos la voluntad de cambiarlas (ya esto en si es algo muy
complicado y muy pocas personas tienen el control de su cuerpo), pero el
verdadero objetivo de los discípulos y parte de la humanidad es dominar su
cuerpo emocional, solo se puede conseguir ese desapego dominando la naturaleza
de su cuerpo astral y esto se consigue a través de la serenidad, el control
mental, el correcto pensar, a través de la serena expectación, conectándose con
el YO, razonando desde el interior, y sobre todo discerniendo la verdad.
Para dominar el cuerpo físico y sobre
todo cuerpo astral es necesario controlar el cuerpo mental en la medida de lo
posible para que no “se desemboquen los caballos, hay que tirar de las cuerdas”.
¿Cómo se consigue? A través de meditación y a quietación de la mente. Con el
tiempo nos conectaremos poco a poco al alma y empezaremos darle importancia a
la parte espiritual quitándole importancia a la parte fenoménica de la vida, es
necesario muchos años y mucho sufrimiento para afrontar las duras pruebas que
se someten a diaria hacia uno mismo para que un día se consiga tener un
desapego correcto, sobre todo hay que tener valor, mucho valor para afrontar
todas estas pruebas.
¿Cuál es el objetivo? Creo que es
evidente… ¡el servicio!, el servicio a los demás, el servicio a tus hermanos y
a todo lo que te rodea, el servicio a tu alma. A medida que se
acrecienta esa necesidad de servicio, también se domina mejor la actitud del
desapego, dándole menos importancia a las cosas que ocurren e incluso hablando
menos de uno mismo, se llega a comportar uno como de una forma indiferente,
PERO sin llegar a ser indiferentes, porque a medida que se consigue ese
desapego la vibración interna aumenta, nos volvemos mas sensibles a la vida y a
las circunstancias, ergo sufrimos mas, pero tenemos mas poder y control sobre
nosotros, no es fácil derrumbarnos pero si es cierto que la cuerda de la
guitarra se tensa mas emocionalmente para que así pueda sonar esa dulce
vibración y armonía que podemos desprender a través de nosotros mismos (inconsciente
o conscientemente).
A través del desapego la capacidad de
servicio aumenta, como bien he dicho, esa cuerda vibra a una mejor vibración,
ya que por culpa del deseo o la forma apasionada hacia algo, bloquea esa forma
de servicio y no se puede ayudar porque estamos interesados en deseos
personales. Además de esto se ayuda a progresar en el sendero, ya que es un
requisito que todo Ser ha de pasar para llegar a la realización, felicidad o nirvana.
Para conseguir este desapego hay que
tener el órgano de visión superior espiritual bien organizado y ejercitado, que
es la mente. Hay que mantener la mente firmemente en la luz lo mayor tiempo que
se pueda y utilizar la serena expectación. Cuando vemos que las cosas no se
controlan o la sangre o la mente se calienta debemos conectarnos con el YO
interno, muchas veces este resultado es imposible ya que la naturaleza
emocional se dispara y no conseguimos conectarnos, lo cual somos inconscientes
de lo que esta pasando, solo volvemos a ser conscientes de nosotros mismos
cuando desaparece cierto conflicto. Una circunstancia en el que no se logra un
control desapego o desapasionado es una circunstancia que lo mas seguro es que
se vuelva a repetir nuevamente en un tiempo, al menos que a través del
discernimiento, la buena voluntad y una recapitulación diaria de nuestros actos
pueda disolverlo, pero es bastante complicado. El desapego de uno mismo hay que
ejercitarlo cuando surge alguna circunstancia que amenaza el equilibrio emocional,
es el mejor momento o la practica para avanzar en el problema, en el hierro de
la batalla y el fuego esta la verdad…
Se debe saber que a parte de una
finalidad de servicio se tiene que tener una actitud de amor hacia todo lo que
se rodea, pues es el verdadero FIN del servicio es el amor a todo lo existente e
inexistente. La única manera de conseguirlo es tener una actitud redentora de
nuestros propios cuerpos, exigir poco a los demás y exigirnos mucho a nosotros
mismos.
¿Cómo se manifiesta este amor? A
través del desapego, alguien que no busca contentarse a si mismo ni contentar a
los demás, actúa siguiendo las leyes universales, sirve y manifiesta el amor en
la tierra. La pregunta verdadera para realmente realizar esta tarea es que nos
preguntemos: ¿Qué actividades y cualidades tienen que desarrollarse en mi si
quiero practicar correctamente el desapego? Esto realmente es algo tan
personal y único, que es difícil describirlo, ya que cada ser es único, supongo
como comentario personal que la pereza, la falta de creencia, las
circunstancias personales, la desilusión, pero sobretodo el VALOR, son las
características mas comunes de todos nosotros. Nadie esta libre de debilidades
humanas por eso es tan difícil caminar en el filo de la navaja, hay que tener
la voluntad y el valor de afrontarlo.
El
camino se realiza caminando, cada fracaso es un avance y cada éxito es un
triunfo. Como digo yo muchas veces, no hay mas destino que el que nos forjamos,
a nadie nos regala nada que no sea dado por merecimiento propio. Llegara un
punto quizá que la humanidad pueda realizar estas proezas sin ningún esfuerzo
ni voluntad apenas, pero hoy de momento no es este día. El verdadero camino es
el amor.
Cuando
tengamos la habilidad de hablar sin herir, escuchar sin juzgar, y haber
caminado lo suficiente como para que los pies del camino puedan ser lavados con
la sangre del corazón, habremos empezado a comprender la vida para realmente a
ser recipientes vivientes para la manifestación del alma. Mientras tanto… el
desapego y el desapasionamiento son las metas que debemos alcanzar.